domingo, 23 de marzo de 2008

HOMENAJE A EDUARDO DE LA CRUZ YATACO



Estando próxima la celebración del día internacional de la literatura infantil, fecha en la que la APLIJ tributará homenaje al distinguido escritor Eduardo de la Cruz, reproducimos el artículo del escritor Roberto Rosario Vidal.


El escritor Eduardo de la Cruz Yataco, nos dejó el 19 de enero del presente año. Decir nos dejó, tal vez no sea la palabra apropiada para mencionar a un escritor de la calidad intelectual de Eduardo, un investigador acucioso, creador excelente e infatigable animador de uno de los más importantes movimientos culturales, que sin apoyo estatal, trabaja infatigable en favor de la cultura del país desde hace más de un cuarto de siglo. Un intelectual de la talla de Eduardo de la Cruz, que ha legado tantas obras literarias, ensayos y su incomparable entusiasmo, no se va jamás. El permanece a través de sus obras en el recuerdo imperecedero de sus lectores y amigos.
Conocimos a Eduardo al finalizar la década del setenta, específicamente el año 1979, cuando se publicó la Antología La barquita de papel, que reunía los trabajos de los participantes del Primer Concurso Nacional de Literatura Infantil que Convocó la Comisión Nacional del Año Internacional del Niño, entre los que se encontraba un cuento de Eduardo de la Cruz. Posteriormente, con el auspicio del INABIF y la ANEA, que presidían la Dra. Matilde Pérez Palacio y la escritora Magda Portal, respectivamente, se inauguró en octubre de 1982 el Primer Encuentro Nacional de Literatura Infantil, evento al que invitamos a todos los escritores del país, principalmente a los participantes de la Antología La barquita de papel. En la ceremonia de clausura de este evento se crea la Asociación Peruana de Escritores de Literatura Infantil (APLIJ) cuya presidencia recayó en mi persona y contó con el valioso concurso de los distinguidos intelectuales Eduardo de la Cruz Yataco, Milciades Hidalgo Cabrera, Orfelinda Herrera de Ángeles, Martha Muñóz de Coronado, Ernesto Ráez Mendiola, Hernán Alejos Chuquiarqui, Jesús Rojas Rivadeneira, Iván Tello Carbajal y Carlota Flores de Naveda. En 1984 me sucedió en el cargo el escritor Jesús Cabel, a quien reemplazaría Eduardo de la Cruz, quien asumió la presidencia en varios períodos.

Eran tiempos en los que la literatura infantil era tomada a menos, pese a la labor pionera de escritores de la talla de Carlota Carvallo de Núñez, Francisco Izquierdo Ríos y Abraham Arias Larreta, entre otros, cuya extraordinaria labor no fue suficiente para crear conciencia de la importancia de esta categoría literaria. Tuvo que constituirse la APLIJ, siglas de la Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil integrada por escritores procedentes de las diversas regiones del Perú que desde 1982 llevaron la Sede de los Encuentros Nacionales a casi todos los departamentos, constituyendo filiales y núcleos de trabajo creativo y difusor de la literatura y de la importancia de la lectura. Tuvieron labor protagónica en la APLIJ, los escritores Jesús Cabel, Danilo Sánchez Lihón, Manuel Pantigoso, Manuel Ibañez Rozaza, Milciades Hidalgo, Iván Rodríguez Chávez, César Ángeles Caballero, Luzmán Salas, Saniel Lozano, Carlota Flores y por supuesto Eduardo de la Cruz Yataco, quienes desarrollaron estudios esclarecedores sobre didáctica, creatividad literaria y reflexiones sobre la evolución histórica de la literatura infantil. A ellos deben sumarse a los escritores que lideraron la organización de los más importantes Congresos y Encuentros donde se reafirmaron las bases de nuestra organización, con la presencia directriz y coordinadora de Eduardo de la Cruz, quien con orgullo reclamaba tener el récord de asistencia a la mayoría de los Encuentros Nacionales de Literatura Infantil, Enrique Solano, Marcial Molina, Soledad Maldonado, Gaby Arce, Aureo Sotelo e Iván Tello Carbajal y la actual presidenta Maritza Valle Tejeda.

Recordamos a Eduardo de la Cruz animando con su entusiasmo característico las reuniones quincenales de la APLIJ para programar conversatorios, recitales, presentación de libros, formación de filiales, coordinación con universidades e institutos. Por entonces Eduardo ya traía los originales de sus primeros ensayos que hacía tiempo estaban listos para publicarse, pero él todavía no se decidía a entregarlo a la prensa, hasta que apareció La mente tiene un montón de cuentos, que fue el antecedente del estudio mayor Literatura fantástica de niños, que fue enriqueciéndose con las experiencias de trabajo que iba desarrollando en diversos talleres de creatividad: En la Asociación Cultural Nosotros, en el Colegio Jean le Boulch, en los Encuentros de Literatura, en la universidad Garcilaso de la Vega y en la Universidad Agraria. Luego publicaría Mitos y Leyendas del Perú, cuadernos de creatividad y Las mejores poesías de niños peruanos.

Su personalidad motivadora, alegre y traviesa como los personajes de sus cuentos Lango lango (que figura en La barquita de papel) y El angel de la pichona (creo que no alcanzó a publicar) que relataba con tanta gracia, nos permite recordarlo sonriente como aquellos días.

Recuperado del dolor por la pérdida de un gran amigo, de un extraordinario investigador, de un excelente promotor de la lectura en nuestro país, de nuevo en Lima después de larga ausencia, tributo merecido homenaje al escritor Eduardo de la Cruz Yataco.

Eduardo, estás presente en la sonrisa de los niños, viajando como pajarillo inquieto en las páginas de los libros que creaste.


Roberto Rosario Vidal
Presidente Honorario de la APLIJ

1 comentario:

Augusto Rubio Acosta dijo...

yataco siempre presente. en los ni;os y en quienes aun no dejamo de serlo
augusto rubio
www.mareacultural.blogspot.com